La sobrecualificación y su Impacto
- zenoquantum
- 8 dic 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 17 dic 2024
Según el periodico El Pais, en España, el 36% de los graduados universitarios trabaja en puestos que requieren menos formación que la obtenida, la cifra más alta de la Unión Europea, cuya media es del 22,2%.
Esta situación refleja un desajuste estructural entre el sistema educativo y el mercado laboral. Además, áreas como artes y humanidades tienen las peores tasas de inserción laboral, mientras que sectores como informática e ingeniería presentan mejores oportunidades de empleo y salarios superiores.
Comparativamente, otros países europeos como Alemania y los Países Bajos destacan por una mejor alineación entre formación y mercado laboral, gracias a un sistema educativo más adaptado a las demandas empresariales y una mayor promoción de la formación profesional (FP). En muchos países en las que se encuentra España, la FP ha ganado terreno, pero aún persisten prejuicios sociales que priorizan las carreras universitarias frente a estas opciones más prácticas.
Seguir formándose no siempre es la mejor opción
En muchos casos, la sobrecualificación puede ser más perjudicial que beneficiosa. Lo descubrimos en los años que trabajamos para el Fondo Social Europeo (FSE), que a menudo, los estudiantes se embarcan en estudios y másters adicionales, o eligen carreras más largas con la esperanza de mejorar sus oportunidades laborales. Sin embargo, este enfoque les aleja de las profesiones con mayor empleabilidad, ya que se alejan de las áreas más demandadas o prácticas como las relacionadas con la tecnología, la ingeniería (STEM) o la formación profesional (FP).
Al realizar másters e incluso en algunos casos doctorados, los jóvenes caen en el riesgo de ser vistos como “demasiado cualificados” para ciertos empleos, lo que puede disminuir sus posibilidades de ser contratados, ya que las empresas prefieren candidatos que se ajusten a las necesidades del puesto. De acuerdo con Fedea y estudios de Randstad Research, este desajuste entre la cualificación de los candidatos y los requerimientos reales de los puestos de trabajo ha sido un factor central en el problema de la sobrecualificación en muchos países en los que se incluye España.
Esconder la formación real en los currículums
Como resultado de esta sobrecualificación, es común que muchos graduados y profesionales oculten su formación o no la incluyan completamente en sus currículums. Esto se hace por miedo a ser descartados en los procesos de selección. De hecho, algunos optan por reducir la visibilidad de títulos universitarios o programas de máster, ya que los reclutadores pueden considerar que un perfil con demasiada formación puede ser percibido como “sobrecalificado” o “demasiado ambicioso” para el puesto.
Esta estrategia de ocultación refleja una falta de alineación entre la educación y el mercado laboral, lo que también contribuye al fenómeno de la sobrecualificación.
Tu pasón tiene tambien que "llenar la nevera".
Decidir los estudios, y en consecuencia decidir el futuro no es tan trivial como a menudo parece. La realidad es que parece sorprendente que, aun hoy en día, se siga pensando que decidir el futuro es solo elegir lo que te apasiona, cuando elegir los estudios superiores tiene mucha estrategia detrás.
Lo que apasiona a un estudiante con 15 años tiene un desencaje con la profesión real.
Qué le guste la moda no es igual a que sea diseñador. Jugar a la Play tiene que ver poco con ser informático. Montar Legos no es igual a ser arquitecto. Ser forense como en CSI pasa primero por ser medico o hacer caricias a un perrito no tiene nada que ver con ser veterinario.
Son muchos los ejemplos que muestran que, la pasión con 15 años tiene un desajuste con la realidad cuando se llega a profesional.
En el mismo sentido, es tan arriesgado decidir estudiar una carrera que le llevará a trabajar toda la vida de algo que no le gusta, como pasar 4 años en el instituto o en la universidad haciendo una formación de algo que, le apasiona mucho, pero que no le garantiza en absoluto encontrar trabajo.
En resumen, decidir los estudios superiores sin valorar correctamente todos los aspectos estratégicos o seguir formándose sin un objetivo claro sobre las tendencias del mercado laboral puede terminar alejando a los estudiantes de las áreas con más oportunidades de empleo y aumentar la frustración al no encontrar trabajo acorde a sus estudios.
Una orientación adecuada, centrada en el encaje entre el perfil del estudiante, en su pasión y alinearla con las salidas laborales y las demandas del mercado actual y futuro, es fundamental para evitar que los estudiantes queden atrapados en un ciclo de sobrecualificación.
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