Eres cazador o agricultor
- zenoquantum
- 8 dic 2024
- 4 Min. de lectura
Actualizado: 18 dic 2024

En anteriores insights, hemos explicado que lideramos programas de empleabilidad juvenil para el Fondo Social Europeo, y en alguna ocasión, os hemos compartido que uno de los motivos que perjudica a los jóvenes en el momento de conseguir su primer empleo es el hecho de “ser uno más”, es decir, no diferenciarse de sus competidores.
Sin embargo, aunque este aspecto es recurrente en la mayoría, no es el único que afecta negativamente a sus oportunidades laborales.
Otro problema que se repite con frecuencia es la “dolorosa” transición de ser cliente a proveedor. Este cambio exige un "adelgazamiento" en término metafórico, ya que los jóvenes dejan de disfrutar de los privilegios que habían tenido en años anteriores. Muchos han pasado su adolescencia como "clientes privilegiados" dentro de un sistema diseñado para satisfacer sus necesidades. Esto no ha cambiado en la actualidad, donde son los padres quienes, constantemente, resuelven sus problemas, eliminan obstáculos y evitan frustraciones.
Este modelo de educación, identificado con términos como padres “airbag”, “paraguas”, “helicóptero” o “burbuja”, ha llegado a arrastrar incluso a colegios y universidades, que se ven presionados a priorizar el bienestar, ajustar sus exigencias y garantizar la satisfacción personal de los estudiantes. Son los mismos padres que exigen explicaciones sobre un 4,9 en un examen, lo hacen también en los resultados de los exámenes de la universidad, y en casos extremos, llegan a acompañar a sus hijos a entrevistas de trabajo.
Este fenómeno puede observarse fácilmente. Basta con escuchar las despedidas de algunos padres a sus hijos en la puerta del colegio. Ya no se oye el clásico “Que aprendas mucho, hijo”, sino un “Que te lo pases bien”. Esta percepción de clientelismo genera una ilusión en los jóvenes, haciéndoles creer que el mundo continuará girando en torno a sus deseos y necesidades.
Sin embargo, cuando los jóvenes llegan al mercado laboral, se enfrentan a una transición abrupta y, muchas veces, dolorosa: dejan de ser clientes para convertirse en proveedores. Ahora deben aportar valor a una empresa que, a cambio de un salario, exigirá resultados, productividad y habilidades.
Además, este sistema, que trabaja incansablemente en proveer soluciones inmediatas, fomenta que los jóvenes vivan en el presente, con una mentalidad de cazadores que buscan recompensas instantáneas, soluciones rápidas y gratificación inmediata, que no hacerlo mediante mentalidad de agricultor, cultivando con paciencia para obtener resultados a largo plazo.
Hoy en día muchos jóvenes prefieren "atrapar" lo que les da satisfacción momentánea en lugar de invertir tiempo en cultivar habilidades, paciencia y esfuerzo que les permitan alcanzar objetivos a largo plazo.
Este enfoque, alimentado por un entorno que premia la inmediatez (como la tecnología, las redes sociales y los modelos de educación actuales), se intensifica con la mentalidad de sentirse siempre como clientes. Preparar a los jóvenes para superar esta visión es un desafío esencial en su camino hacia la madurez, empleabilidad e independencia.
Claves para ayudar a los estudiantes a desarrollar una mentalidad de "Agricultor".
Las tutoras y orientadoras podéis desempeñar un papel crucial ayudando a los estudiantes a adoptar una mentalidad de agricultor: alguien que entiende la importancia de la siembra, el cuidado constante y la espera para cosechar en el futuro.
Fomentar el pensamiento a largo plazo mediante actividades que les permitan visualizar objetivos a cinco o diez años, reflexionando sobre los pasos necesarios para alcanzarlos.
Reforzar el valor del esfuerzo y la paciencia e introducir proyectos en los que el éxito dependa de su compromiso sostenido a lo largo del tiempo (como un huerto escolar o proyectos de investigación).
Simular roles del mundo real mediante talleres o experiencias prácticas donde los estudiantes actúen como proveedores de soluciones. Por ejemplo, resolver problemas para otros, liderar iniciativas o trabajar en equipo bajo parámetros realistas de responsabilidad y evaluación.
Ayudarles a transitar del "merezco todo" al "puedo aportar", desarrollando actividades que les enseñen a ser agradecidos y a valorar lo que tienen, comprendiendo que no todo está garantizado.
Reforzar su papel como gestores de su propia vida y enseñarles que, como agricultores, el éxito no depende de esperar a que otros solucionen sus problemas, sino de sembrar las acciones correctas para cosechar resultados en el futuro.
Conclusiones
Tu tutora y orientadora eres de MeOrienta cuando aceptas el desafío y la oportunidad de cambiar el paradigma. Poder guiar a los estudiantes para que dejen de buscar la gratificación inmediata y adopten una perspectiva más madura, consciente y estratégica. Ayudarlos a entender que la vida no es un camino donde solo reciben, sino un campo que deben sembrar con esfuerzo, paciencia y visión.
El mejor regalo que les puedes dar no es protegerlos del "proceso de adelgazamiento" al que se enfrentarán al salir del colegio, sino prepararlos para transitarlo con resiliencia, confianza y herramientas prácticas. Así, podrán convertirse en adultos capaces de aportar valor al mundo, y, en consecuencia, cosechar éxito y satisfacción personal en el largo plazo.
Cultivando el futuro es una de las 51 formaciones incluidas en el catálogo de este curso 24-25, y que se impartió el pasado 21 de noviembre. Si deseas acceder a la grabación o escuchar el podcast, envía un correo al meclub@mecareer.tech
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